VISITA AL GREMIO DE ARTESANOS CONFITEROS DE ASTURIAS
Hoy fuimos a la capital a aprender a hacer galletas y otros dulces.
Al salir del instituto e ir para la estación parecíamos unos mendigos, unos comiendo un bocadillo, otros en medio, dos sentados...
Al llegar al tren llego una conocida, que venía de mañaneo con el perro y se iba a Avilés a casa del churri; no se creía que fuésemos a hacer galletas, decía que no podía ser cierto, estuvo todo el viaje diciendo:
"-¿Pero, como vais a hacer galletas? Yo iba eh....., si no fuese con el perro..voy eh..."
Bueno, llegamos a Oviedo, y fuimos a coger el TUA. Los fumadores estábamos intentando hechar un cigarro de estrangis, mientras lo esperábamos, pero la furgoneta que nos tapaba se fue y llego el bus.
De la que no dirigíamos al gremio de cocineros, visualizamos un Burger King e intentamos convencer a Manuela para ir a comer luego, pero no hubo manera, no daba tiempo.
De la que no dirigíamos al gremio de cocineros, visualizamos un Burger King e intentamos convencer a Manuela para ir a comer luego, pero no hubo manera, no daba tiempo.
Entramos en el gremio, y nos dio la bienvenida Jesús Merino. Nos enseño el hall, en el que había esculturas de chocolate. Una era de un homenaje a los mineros que murieron en la mina, otra escultura del viajero, y la de san Julián de los Prados... Tenían un aula donde hacían como una simulación de una cafetería, nos enseño unos hornos especializados y algunas de las aulas que constituían al Gremio. Estaba un poco obsesionado con la limpieza de las manos pero era muy majo.
Con todas las esculturas que vimos de chocolate, me entro el hambre y compre un kitkat.
Luego fuimos a hacer las galletas, se puso a hacer la masa, mientras unos echaban la mantequilla, los huevos... Se hizo muy rápido y repartió la mesa entre grupos de tres con un trozo de masa, teníamos que estirarla, cortarla y colocar en la bandeja, la verdad que algunas no estaban muy bien, pero estaban todas muy ricas.
Al acabar nos dieron un croissant con chocolate estaba muy rico, y amenizo un poco más la mañana.
De la que volvíamos en tren, muy moderno por cierto, dimos bastante el cante los que estábamos en la zona de atrás, pero en plan bien.